Serie sueño...

Toto

Este soy yo entre la piyama de mamá...

Este soy yo en pleno bostezo reparador...

¡¡¡Esta sí es vida... de perro!!!

Fiu fiuuuuuuu

Pochaco y Toto


¡Nuevos estilos amigos! Lástima que estamos aun en pleno invierno y el frío y la lluvia que aquí llaman "chipi-chipi" siguen presentes, pero seguramente cuando salga el solesito seremos muy felices de presumir nuestros refrescantes estilos muy a la Golfi....

Para variar, mamá nos ha fotografiado en nuestra actividad favorita... ¡Retozar!

Antes del nuevo look

Toto


Como ya les platicamos mamá nos llevó a cambiar radicalmente de look por aquello de la bebé y de los futuros calores -que según el reportero de la tele no llegarán hasta por ahí de marzo-. Pero esta es mi última foto antes de este cambio, y como verán, es muy rico despertar luego de una noche de sueño reparador. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!

Más de la Gaby

Pochaco y Toto

Queridos amigos, antes que nada les agradecemos mucho todos sus saludos y buenos deseos por la llegada de la cachorra Gaby. Les hemos mostrado los mensajes a los Chimbombos y están muy emocionados con todos ustedes, así que nos han encomendado que les demos las gracias y que les sigamos informando este acontecimiento que hasta ahora ocupa los apurados días de nuestra familia. Eso sin mencionar nuestro cambio de look y el condenadísimo frío que tuvimos el fin de semana, afortunadamente el solesito hoy volvió a salir.

Pues bien, esta es la Gaby a unos días de haber nacido y plenamente instalada en casa con su mamá...

Nosotros aun no podemos jugar con ella porque es muy pequeñita, pero al parecer su estilo de vida es muy similar al nuestro: come, duerme, y en el caso del Toto, también chilla mucho.

¡Nació la cachorra!

Pochaco y Toto

Queridos amigos, les presentamos a la pequeña Gaby, una bipedita que por lo visto nace igual de arrugadita que nosotros... ¡Todos estamos locos de contentos de tenerla por fin en casa!

Seguiremos reportando...

¡Ya viene Gaby!

Pochaco y Toto

Hoy todo ha sido una revolución. Todo comenzó cuando los Chimbombos llegaron a casa la semana pasada con maletas y toda la cosa, y según nos han dicho, se quedarán muchos otros días más. Pero hoy la cosa se alborotó de manera sorpresiva cuando llegaron de la calle (muy enchamarrados porque la lluvia no para) y anunciaron que mañana por fin tendríamos a Gaby entre nosotros. ¡Eso nos ha encantado! ¡Ya tendremos una cachorrita con quien jugar! La cosa es que con ese gran anuncio el movimiento no ha sido el de costumbre: los Chimbombos arman la cama de Gaby, la abuelita adorna canastas con suculentos chocolates (¡¡¡nosotros también queremos uno!!!), el abuelito nos besa y abraza de lo más emocionado y mamá nos amenaza con baño y corte de pelo para el día de mañana, porque está clarísimo que no podemos recibir a la pequeñita en la facha en la que estamos...

Con toda franqueza estamos muy curiosos, la verdad no sabemos qué sucederá de ahora en adelante y en la familia nos han preparado bien para comprender que por algún tiempo no entraremos a la casa como usualmente solemos hacerlo, así que hemos acordado portarnos muy bien para que nadie tenga queja alguna de nosotros. Todo sea por la cachorra que nos ha puesto a todos de cabeza, y que por fin mañana podremos ver con nuestros ojitos para contarles a ustedes qué se siente tener cerca a un ser que, según dicen, será de lo más pequeñito....

Seguiremos reportando desde frías tierras jarochas...

Adiós a nuestro transporte...

Pochaco

Entre las muchas cosas que ocurrieron en el agitado mes de enero podemos contar la pérdida de uno de los miembros más queridos de nuestra familia. No, no vayan ustedes a creer que alguien murió, es simplemente que desde que yo llegué a esta casa nuestro medio de transporte era el carro que en últimas fechas manejaba mamá. En él nos llevaban al doctor, nos llevaban de paseo (jejejeje somos un poco fresas a veces) ¡pero es que esa sensación de las orejas al viento no es comparable con nada! y bueno, a donde quiera que nos requirieran íbamos montados en este carrito. Sin embargo el abuelito un buen día decidió que ya era hora de cambiarlo porque al parecer ya estaba un poco viejecito y ante el horror de la noticia mamá ni tarda ni perezosa nos trepó armando tremenda sesión de fotos que ya hoy podemos llamarle In memoriam.


Así el querido Bebé fue vendido a un extraño señor de bigotes, pero no crean que nos quedamos a patín (jejejejeje así se dice en México para cuando solo caminamos), en breve les presentaremos oficialmente al Toche, al que por supuesto una vez que llegó lo hicimos nuestro en mediante el canino ritual de marcarlo ... jijijiji ¡Mamá pegó el grito en el cielo cuando me miró levantando la pata en sus llantitas!