Toto
Amigos, debo contarles lo ocurrido el día de ayer. No fue nada grato. Relataré los hechos a continuación.
Leyendo los posts de los amigos europeos comprendo que ellos son muy libres para los paseos, y de alguna manera sus amos les tienen confianza para sacarlos a caminar sin correas, pues el entorno se los permite. Acá en México, al menos en Xalapa, no hay muchos lugares donde nos permitan caminar sin correa, bueno, también debo decir que a mamá no le gusta sacarnos así porque en la colonia hay ciertas restricciones al respecto, y los parques y otros sitios están muy cercanos a la calle, por lo cuál en algún descuido nos salimos corriendo y para que nos agarren esta muyyyy cañón... jejejejeje. (además de que hay algunos amigos callejeros que no siempre son tan amigables).
Bueno, con esto de antecedente les contaré que mi papá Pochaco y yo no somos chicos que sepan andar por la vida sin correa (aunque... que más nos gustaría que eso!!!!). Cuando ocurre ese suceso cotidiano en el que llegan mamá, mi tía y mi abuelito en sus coches, se abre la reja y nosotros corremos disparado a vagar al área verde que está por ahí, antendiendo después a los gritos que nos llaman (una vez papá no hizo caso e incluso entró a otra casa... jejejeje). La que siempre nos habla es la abuelita. Pero resulta que ayer llegó el abuelito, abrió la reja para meter el coche, yo me salí como de costumbre, y sin más me cerraron la puerta. ¡¡¡¡¡¡No saben qué feo sentí!!!!!! El abuelito jamás notó que me quedé afuera, y al darme cuenta vagué por el área verde; era de noche, estaba muy oscuro y había estado lloviendo... Ladré y ladré pero al parecer sólo Pochaco notó mi ausencia, y él ladraba igualmente avisando que yo estaba del otro lado de la reja.
En eso un vecino me reconoció, notó que estaba pidiendo auxilio y le avisó a otra vecina para que le avisaran a mamá, quien no supo nada de esto puesto que estaba en su cuarto, y hasta allá no se escucha lo que ocurre en la calle. Asi, a las 9 de la noche y después de muchos minutos solo y desprotegido, la vecina tocó el timbre, salió mamá y al conocer los hechos abrió por fin la puerta, me abrazó y me llenó de besos porque la buena mujer le notificó que estuve muy asustado (porque además las noches con truenos y lluvia me dan mucho miedo) y notó que estaba con mis patitas mojadas...
Así termina esta historia que tuvo su parte dramática, porque sentí muy feo, recordé que cuando me salgo así y no hago caso en regresar a casa mamá me cierra la puerta de relajo indicandome que si me pierdo "le mande una postal" (ante lo cuál vuelvo como un rayo), y ayer que todo fue cierto, sentí mucho miedo de no volver a ver a nadie, pero mamá se puso muy orgullosa porque supe llegar a casa... Mamá me dio muchos cariños, ella también se asustó mucho y la verdad creo que esta dosis de apapacho me cae muy bien, pues ahora que está de vacaciones le dedica todas las palabras bonitas a la pequeña cachorra Gaby, y no es que me olvide pero... ¡Cuando mamá habla bonito es que me habla a mi! GRRRRRRR
Ohhhh... soy ahora comprenderán que soy un perrito fugitivo pero feliz.
Patitas para todos!!!!!
Amigos, debo contarles lo ocurrido el día de ayer. No fue nada grato. Relataré los hechos a continuación.
Leyendo los posts de los amigos europeos comprendo que ellos son muy libres para los paseos, y de alguna manera sus amos les tienen confianza para sacarlos a caminar sin correas, pues el entorno se los permite. Acá en México, al menos en Xalapa, no hay muchos lugares donde nos permitan caminar sin correa, bueno, también debo decir que a mamá no le gusta sacarnos así porque en la colonia hay ciertas restricciones al respecto, y los parques y otros sitios están muy cercanos a la calle, por lo cuál en algún descuido nos salimos corriendo y para que nos agarren esta muyyyy cañón... jejejejeje. (además de que hay algunos amigos callejeros que no siempre son tan amigables).
Bueno, con esto de antecedente les contaré que mi papá Pochaco y yo no somos chicos que sepan andar por la vida sin correa (aunque... que más nos gustaría que eso!!!!). Cuando ocurre ese suceso cotidiano en el que llegan mamá, mi tía y mi abuelito en sus coches, se abre la reja y nosotros corremos disparado a vagar al área verde que está por ahí, antendiendo después a los gritos que nos llaman (una vez papá no hizo caso e incluso entró a otra casa... jejejeje). La que siempre nos habla es la abuelita. Pero resulta que ayer llegó el abuelito, abrió la reja para meter el coche, yo me salí como de costumbre, y sin más me cerraron la puerta. ¡¡¡¡¡¡No saben qué feo sentí!!!!!! El abuelito jamás notó que me quedé afuera, y al darme cuenta vagué por el área verde; era de noche, estaba muy oscuro y había estado lloviendo... Ladré y ladré pero al parecer sólo Pochaco notó mi ausencia, y él ladraba igualmente avisando que yo estaba del otro lado de la reja.
En eso un vecino me reconoció, notó que estaba pidiendo auxilio y le avisó a otra vecina para que le avisaran a mamá, quien no supo nada de esto puesto que estaba en su cuarto, y hasta allá no se escucha lo que ocurre en la calle. Asi, a las 9 de la noche y después de muchos minutos solo y desprotegido, la vecina tocó el timbre, salió mamá y al conocer los hechos abrió por fin la puerta, me abrazó y me llenó de besos porque la buena mujer le notificó que estuve muy asustado (porque además las noches con truenos y lluvia me dan mucho miedo) y notó que estaba con mis patitas mojadas...
Así termina esta historia que tuvo su parte dramática, porque sentí muy feo, recordé que cuando me salgo así y no hago caso en regresar a casa mamá me cierra la puerta de relajo indicandome que si me pierdo "le mande una postal" (ante lo cuál vuelvo como un rayo), y ayer que todo fue cierto, sentí mucho miedo de no volver a ver a nadie, pero mamá se puso muy orgullosa porque supe llegar a casa... Mamá me dio muchos cariños, ella también se asustó mucho y la verdad creo que esta dosis de apapacho me cae muy bien, pues ahora que está de vacaciones le dedica todas las palabras bonitas a la pequeña cachorra Gaby, y no es que me olvide pero... ¡Cuando mamá habla bonito es que me habla a mi! GRRRRRRR
Ohhhh... soy ahora comprenderán que soy un perrito fugitivo pero feliz.
Patitas para todos!!!!!
