Vida de perros... Consentidos
Diario de un padre y su hijo que no se llevan nada bien...
lunes, octubre 30, 2006
Altar de muertos
Pochaco y Toto

Estas fechas son muy especiales para nosotros. La temperatura comienza a descender de manera notable y el ambiente empieza a tomar un tono color naranja... Ése es el color de todo México en estos días.

Para la cultura de nuestro país el día de muertos es algo muy importante, pues según cuenta la leyenda, nuestros antepasados prehispánicos (incluyendo a los perritos xoloescuintles) le rendían culto a la muerte, pues creían en la vida después de ella y en que, al abandonar esta vida, se debía estar "bien equipado" con las cosas que más le gustaron a uno, como la comida o la bebida, y eso mismo es lo que se les colocaba a los difuntos a la hora de enterrarlos. Así pues, se creía que en determinadas fechas las almas regresaban a la tierra, y era preciso que para invitarlas a que se sintieran "a gusto" en su antigua morada, debía ponerse un altar cuyas ofrendas fueran eso, lo que más le gustaba a aquella alma penante. Esa es maravillosa la tradición de los Altares de Muertos.

Para ello se requieren, por costumbre, algunas cosas indispensables, como el copal para purificar el aire durante su visita, una foto del difuntito (no vaya a ser que se equivoque de altar), flores de cempazúchitl o flor de muerto (en tonos amarillos y naranjas), velas para iluminar su sendero, frutas que simbolizan lo que la tierra da (se acostumbran cañas y, por temporada, naranjas y mandarinas), pan y harta comida (se acostumbra dejarlo todo en ollas de barro)... Ah! y si al alma le gustaba beber, también se le deja una botellita de tequila y en su defecto una cajetilla de cigarros. También se acostumbran las calaveritas de dulce, muy típicas de aquí, y detalles como el papel picado que adorna el altar.

Como los humanos les hacen siempre altares a sus humanos difuntos, nosotros, igual que el año pasado, hemos decidido poner nuestro altar para la queridísima Amy, que para quienes apenas ingresan a esta bitácora de un padre y su hijo y no sepan quién era ella, les contaremos que fue una French Poodle lindísima, coqueta, encantadora, de carácter duro que murió hace algunos años de cáncer pulmonar. Cosa rara esa enfermedad terrible... Ella fue la mejor amiga de Pochaco durante casi 6 años y hoy quisimos hacerle su altarcito de muerto con todo lo que dicta la tradición de las fechas...

Para la joven Amy, con todo el cariño a su chipo apestoso...



altar Amy



3 Comments:

Blogger Nano Frontera. said...

Cómo cambian en nuestros países el sentido de estas fechas. Mi imagino Pochaquito lo que habrás sufrido al perder a tu amiguita. Me parece maravilloso que le hagan semejante homenaje, guau guauuu patita para los dos.

Blogger Unknown said...

wawwwwwwwwwwwwwwww menuda historia.
me ha gustado y el altar tambien
patita colegas

Anonymous Anónimo said...

Mexico seria impensable sin su dia de muertos,tan auténtico y colorista.
Amy estará feliz con su altarcito.
Guaubesos

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