Vida de perros... Consentidos
Diario de un padre y su hijo que no se llevan nada bien...
viernes, noviembre 04, 2005
Pochaco y los dálmatas
Tal vez se acuerden que ya les conté que a lo largo de toda mi vida he tenido una confusión de nombres que a veces ya no sé ni por cuál responder.

Cuando llegué con mi familia me recibieron con una caja de pañales Kleenbebé como casita y el refinado nombre de Lucky. Todos me llamaban así. He oído que fue a consecuencia del fanatismo de mi mamá por un perrito dálmata de una película de monitos que vio cuando era cachorrita, creo que esperaba que yo fuera como el que se la pasaba mirando la tele (como lo hacen ella y mi abuelita).


Sin embargo pasaron días y días y días y de pronto decidieron llamarme Pochaco. Debo confesar que a mi me gustó más desde el principio, como que me daba cierta persnalidad... Pero me temo que todo se volvió confuso porque nadie se ponía de acuerdo, y entonces la abuelita mayor me llamaba Lucky, otros Pochaco, otros simplemente Pochis y así comenzaron los derivados de mi rimbombante nombre, muchos tienen que ver con mi siempre serio y sereno comportamiento. Ahora hasta es el apodo con el que llaman a mi mamá, "La Pochaca"

Ahora no soy ni uno ni otro porque para variar cada quien ha decidido llamarme como les acomoda mejor, pero sé bien cuándo me llaman a mi. Últimamente mamá me dice BOOOOSHHHHIIIIIII, así, arrastradito. Ese nombre me hace mover la colita y me gusta que me lo digan mientras me rascan mi colita y por debajo de mis orejitas... cuando se es un perro
acostumbrado al apapacho, como en mi caso, recibir estas muestras de cariño nunca está demás.

Ahora una foto mía con un buen amigo que habita en la cama de perro... el sí es un dálmata y sí se llama Lucky...
No me encanta que esté sobre mi, pero como se ve, somos de lo más fotogénicos

¡Saludos Pochaquezcos a todos los nuevos amigos de este diario!